martes, 24 de noviembre de 2009

hemingway por hemingway



El nieto del escritor reedita en Estados Unidos París era una fiesta con cambios que "mejoran" a su abuela Pauline.


Por: La Vanguardia / Especial

Que Hemingway reescribe a Hemingway no es ningún fenómeno paranormal, ni un un juego de palabras.
En los carteles que anuncian su conferencia, en una de las librerías Barnes and Noble de Nueva York, aparece un señor con boina. Esa prenda, en un ambiente tan urbano, le confiere un cierto aire bohemio, que es lo que cualquiera esperaría de él y de sus orígenes. Sin embargo, el que ocupa el estrado es un hombre de mediana edad, cuidado, de traje impecable y corbata moderna sin estridencias. Y tímido. Sean, el invitado que olvidó la boina, es nieto de Ernest Hemingway, considerado uno de los grandes referentes de la literatura estadounidense.
Sean viene a hacer una lectura de una de las obras de su abuelo, París era una fiesta, pero de la denominada "edición restaurada", de la que se ha encargado 45 años después de la publicación de las memorias parisinas del autor de Por quién doblan las campanas. El que fue premio Nobel falleció en 1961. Mary, su cuarta esposa, recompuso los textos inconclusos para la versión de 1964.
¿Por qué esta revisión? se preguntan muchos expertos o simples aficionados a la lectura. Los cambios son más bien pocos, en su mayoría de orden dentro del volumen. Lo que en un sitio aparece en un capítulo - el dedicado al poeta Ezra Pound-, ahora son dos, uno en el cuerpo principal y otro en los sketches adicionales. Así que sobre la iniciativa de Sean pende la sospecha de que la principal razón para esta revisión no es otra que la de "restaurar" la imagen de su abuela, Pauline Pfeiffer, la segunda esposa del autor de El viejo y el mar. En la edición clásica, a Pauline se la pinta como una depredadora que rompió el feliz matrimonio entre el escritor y Hadley Richardson.
Esa misma pregunta del porqué se la formula a bote pronto uno de los lectores que ha acudido a escucharle. "Cuando se publicó por primera vez - contesta el nieto-no se utilizó todo el material. Mi abuelo lo dejó inacabado y el capítulo con el que se cerraba (Nunca hay un final en París) lo rehízo Mary".
Precisamente es este capítulo el que ofrece el cambio más sustancial. En la nueva edición no aparece como tal. Parte de ese relato se encuentra en el núcleo central, en el llamado Inviernos en Schrums.Pero cortado de forma abrupta. De pronto se habla "de tres corazones", en lo que es la única referencia a Pauline, a la que no se cita por su nombre ni en un libro ni en el otro. "Cualquier culpa fue mía", escribe ahora Hemingway, se llame Ernest o Sean, para justificar su primera ruptura matrimonial.
Además, la conclusión del primer relato se traslada, en la reedición, a los sketches. Es un nuevo título, The pilot fish and the rich, lugar en el que se recupera el tramo final del libro original aunque modificado. Se incide en la irrupción de la que sería la segunda esposa, aunque si en la edición de 1964 ella era la arpía, en la del 2009, el autor de Fiesta o Adiós a las armas asume la culpa.
"Para la mujer que engaña a su amiga fue algo terrible, pero fue mi falta y mi ceguera lo que hizo que no me repugnara. Viéndome envuelto en eso, y enamorado, acepté toda la culpa y viví con remordimientos", se lee ahora. Y remata: "El remordimiento no desaparecía ni de día ni de noche hasta que mi mujer (Hadley) se casó con un hombre mejor que yo, mejor de lo que yo nunca podría ser, y supe que era feliz".
Sean, conservador del Metropolitan Museum, reitera que su trabajo se adecua de manera más correcta al material heredado. La luz procede de la revisión de los manuscritos guardados en la librería John F. Kennedy de Boston. La nueva edición se compone de diecinueve capítulos y diez adicionales, además de fragmentos sobre un supuesto arranque. A partir de este estudio, insiste, también ha reparado párrafos en los que se presenta la relación de su abuela con el escritor "de forma más matizada y verdadera".
Poco antes de suicidarse, Ernest Hemingway envió una carta a su editor, Charles Scribner, en la que le informaba que esas memorias de los años veinte "no pueden salir tal como están y no tienen final". Mary, su viuda, no lo vio igual y en un artículo que publicó en 1964 sostuvo que "Hemingway debía dar el libro por acabado". Se encargó de perfilar el manuscrito, cambió el orden de algunos capítulos y añadió otros que el autor había descartado. Y, lo más relevante, insertó un apartado final sobre la ruptura del primer matrimonio.
El origen del proyecto restaurado, comenta Sean, se encuentra en su tío, Patrick Hemingway, hijo de Pauline. No esconde, porque así lo ha reconocido, que su tío cree que "la edición original fue terrible con su madre". La nueva le satisface. De la revisión de los archivos deduce que "sus padres fueron felices". Patrick, de 81 años, no arremete contra Mary en declaraciones a The New York Times, pero da una clave para entender la animadversión hacia Pauline y el cariño a Hadley: todo se debe, según su versión, a que Hadley poseía un cuadro de Miró que quería Mary.
Por cierto, Ernest Hemingway tuvo una tercera esposa, Martha Gellhorn. La invitada de piedra en esta polémica.




Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/11/09/_-02037073.htm

Un angel para tu soledad 11-09-2009

Un angel para tu soledad 21-09-2009

Un angel para tu soledad 09-10-2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

Se publica un relato inédito de Agatha Christie en Estados Unidos

Para aquellos que no la conozcan o aquellos otros que la han sentido nombrar sin tener finalmente del todo claro quien fue les cuento parte de la vida de la Reina del crimen antes de dar paso al artículo que da cuenta de un relato inédito de Agatha Crhistie:
Agatha Mary Clarissa Miller Christie Mallowan (15 de septiembre de 189012 de enero de 1976), conocida como Agatha Christie, fue una escritora británica de novelas policíacas.
También escribió novelas románticas bajo el seudónimo de Mary Westmacott.
Su primer matrimonio, nada feliz, fue en 1914 con el coronel Archibald Christie, aviador del Royal Flying Corps. La pareja tuvo una hija, Rosalind Hicks. Se divorció en 1928.
Durante la
Primera Guerra Mundial trabajó en un hospital y en el dispensario del mismo, lo que tuvo cierta influencia en su obra: muchos de los asesinatos que relata se llevan a cabo con venenos.
El
3 de diciembre de 1926, desapareció durante diez días mientras se encontraba en Sunningdale (Berkshire), causando gran alarma en la prensa. Su coche se halló abandonado en una cantera de Newland's Corner. Finalmente se la encontró en un hotel de Harrogate, el actualmente Old Swan Hotel, bajo el nombre de la mujer con quien su marido había reconocido recientemente serle infiel. Afirmó haber sufrido amnesia a causa de un ataque de nervios tras la muerte de su madre y la confesión de infidelidad por parte de su marido. Aún se discute si todo es verdad o simplemente un truco publicitario.Esta aventura fue filmada en 1979 con el título "Agatha y la actuación de Vanessa Redgrave".
En
1930 se casó con el arqueólogo Max Mallowan, 14 años más joven que ella. Lo acompañó en sus viajes a Oriente Medio, que sirvió de trasfondo a varias de sus novelas.
En
1961 fue nombrada miembro de la Real Sociedad de Literatura y hecha doctora honoris causa en Letras por la Universidad de Exeter.
En
1971 se le concedió el título de Dama del Imperio Británico (Dame), un título de nobleza que en aquellos días se concedía con poca frecuencia.
Agatha Christie murió de causas naturales el
12 de enero de 1976, a la edad de 85 años, en Winterbrook House, Cholsey, cerca de Wallingford, Oxfordshire. Está enterrada en el cementerio de la iglesia de St. Mary, en Cholsey.

LA NOTA:


La revista estadounidense Strand Magazine publicará la próxima semana un relato inédito de Agatha Christie, protagonizado por el conocidísimo detective belga Hércules Poirot, sin duda una de las creaciones más célebres de la escritora inglesa.
The Incident of the Dog’s Ball, que así se llama el cuento, fue encontrado al parecer en el ático de la hija de la autora y cuenta con unas cinco mil palabras.
Andrew Gulli, editor de la revista ha dejado claro que se trata de todo un hito, ya que oficialmente no se había publicado nada nuevo en Estados Unidos del detective Poirot desde 1975.
Cuando se le pregunta a dicho editor qué se puede esperar de esta historia, afirma que está plagada de sorpresas:
"Es una típica novela policiaca de Agatha Christie."


La historia de ‘Strand Magazine’: La revista fue fundada originalmente a finales del siglo XIX en Inglaterra y fue la encargada de publicar los primeras novelas cortas de Sherlock Holmes, aunque tuvo que cerrar en 1950. Sin embargo, hace diez años reapareció en Estados Unidos y ellos mismos se consideran la reencarnación de la original. Su publicación es trimestral y está especializada en las historias cortas de misterio, espionaje, policiaca, etcétera. De hecho, la publicación del relato de Agatha Christie es para celebrar el décimo aniversario de la reaparición.
Siempre es bueno encontrar nuevas historias de esta maestra de la intriga.
Vía abc.es
Más información Strand Magazine

miércoles, 28 de octubre de 2009

EL SIMBOLO PERDIDO, DE DAN BROWN



El pais.com no ofrece un avance de esta novela que promete ser un éxito, repitiendo así lo que fue la serie del Profesor Robert Langdon.


Podrás acceder al avance clickeando en este link:

www.elpais.com/especial/dan-brown/

LA REALIDAD NUNCA PERMITIRA SER SUPERADA POR LA FICCION

Desde hace algún tiempo me he vuelto aficionada a las novelas de misterio, he volcado mis horas de lectura a los clásicos de este género. Recientemente terminé "El sabueso de los Baskerville". Me resultó fascinante ver como Arthur Conan Doyle pudo crear una trama tan maravillosa, permitiendo - al mismo tiempo - que Shrelock Holmes pudiera lucirse como uno de los investigadores mas agudos de la historia.
Desde mi humilde punto de vista el mérito de Conan es doble, ya que años atrás había matado a su personaje de aventuras por haber llegado a odiarlo muy profundamente.
La cartas y los reclamos de lectores fueron insensantes suplicando la vuelta de Sherlock. La revista que publicaba Las aventuras de Sherlock Holmes con la muerte del investigador perdió 20.000 suscriptores.
Doyle se vio de alguna manera obligado a volver al ruedo. En "El sabueso de los Baskerville" Arthur no revive a Sherlock, ésta es una aventura que el genial Watson recuerda haber compartido con su compañero del 221 B Baker Street.
Hasta aquí la historia de una historia mas escrita por Conan Doyle.
Luego de 150 años de la muerte del autor de estas aventuras un psicólogo jubilado dedicó 11 años a investigar la muerte de Fletcher Robinson, periodista y amigo de Doyle.
Fletcher había muerto, según la autopsia, de tifus. La nueva investigación arroja dudas sobre la veracidad de esos resultados y supone que Arthur Conan Doyle en convinación con la esposa de Fletcher lo habrían envenado con láudano. El móvil del homicidio habría sido que Robinson era el verdadero autor de la historia del sabueso fantasma y Conan Doyle un simple plagiador devenido en asesino.
Desde mi punto de vista la historia podría ser un efecto publicitario para alguna próxima novela del autor de esta investigación. Lo cierto es que encuentro muchos puntos oscuros en la investigación. Aunque no puedo dejar de mencionarles que Scotland Yard abrió investigaciones a instancias de esta hipótesis.
Los invito a compartir la trama de esta nueva hipótesis sobre la muerte de un personaje desconocido hasta ahora para nosotros pero que ha cobrado protagonismo a raiz de la identidad de su supuesto verdugo.
Maria R. F

LOS PARRAFOS A CONTINUACION HAN SIDO EXTRAIDOS DE ESTA PAGINA http://www.grupoelron.org/historia/conandoyle.htm

“…Parece ser que Conan Doyle no actuó en solitario en el asesinato de su amigo Bertram Fletcher Robinson, sino en colaboración con la esposa de éste, Gladys, con la que mantenía una apasionada relación.
…Es ampliamente conocido que a Conan Doyle le vino la inspiración para este libro, publicado por entregas en 1901, de sus estancias con su amigo Robinson y de las historias sobre bestias fantasmales que se cuentan por los páramos. Tomó incluso el nombre del jardinero de los Robinson, Harry Baskerville, para dar título a su libro.
…Garrick-Steele (un psicólogo jubilado, principal defensor de esta teoría) comenzó una investigación que le llevó a concluir que la génesis de El perro de los Baskerville se encuentra en un libro escrito por Robinson un año antes, en 1900, titulado Una aventura en Dartmoor. Garrick-Steele ha sacado a la luz este libro, cuyas similitudes con el trabajo de Conan Doyle son sorprendentes.
…Robinson murió a los 36 años el 21 de enero de 1907, oficialmente de tifus, siendo enterrado en Ipplepen. Garrick-Steele cree que aún hoy una autopsia revelaría la verdad. Ya ha iniciado gestiones para obtener permiso para la exhumación del cadáver: "Hay muchas piezas que no encajan - como una fotografía que nos muestra a un Robinson completamente saludable tomada en el mes de enero, cuando se suponía que debía estar en su lecho de muerte?.”

MAS ABAJO EN LA MISMA PAGINA HAY OTRA NOTA DE EL MUNDO:
…Retrocedamos en el tiempo hasta 1901, cuando vio la luz El perro de los Baskerville. Ocho años hacía entonces, ocho, que Conan Doyle no se sentaba a escribir un libro, tras liquidar en 1893 a Sherlock Holmes haciéndole despeñarse por las indómitas cataratas suizas Reichenbach mientras perseguía a su enemigo jurado, el malvado profesor Moriarty."

CLARIN EN EL AÑO 2000, TAMBIEN SE OCUPÓ DEL ASUNTO:
Edición Jueves 14.09.2000 » Sociedad »
"Acusan a Conan Doyle de haber matado a un amigo
SCOTLAND YARD TIENE INTENCIONES DE REABRIR EL CASO
Acusan a Conan Doyle de haber matado a un amigo. Se trata de Fletcher Robinson, quien podría ser el verdadero autor de El sabueso de los Baskerville.
Recién empieza el siglo XX y en una vieja casona inglesa un hombre muere de tifus. Detrás de la viuda que lo llora camina, discreto, su mejor amigo, que la acompaña. El amigo es un escritor famoso. Nada que agregar. Salvo que alguien desconfíe. Y que sugiera otra historia: el muerto —un periodista— le había contado al escritor el argumento de una novela que el escritor habría escrito como suyo. El desconfiado dice también que, en una figura clásica, la dama era la amante del mejor amigo de su marido. Entonces, tal vez el hombre no haya muerto de tifus. Los personajes de esta historia son reales: el psicólogo Rodger Garrick-Steele investigó durante once años y llegó a la conclusión de que el escritor Arthur Conan Doyle —el autor de Sherlock Holmes— participó en la muerte de su amigo Fletcher Robinson. Lo tomaron en serio: Scotland Yard —la célebre policía británica— comunicó que reabrirá el caso de la muerte de Robinson. No descartan, si fuera necesario, reabrir la tumba de Robinson para analizar su caso. Pero esa muerte ocurrió en 1907. Según Garrick-Steele, fue Fletcher Robinson el que ideó la trama de El sabueso de los Baskerville. El libro de Robinson se llamaría Una aventura en Dartmoor y Robinson se lo habría mostrado a Arthur Conan Doyle durante una temporada que los dos pasaron en Park Hill House, una casa en el condado de Devon. En esa novela, que apareció en 1902, Conan Doyle hace resucitar al detective, que había muerto en una aventura anterior mientras perseguía a su gran enemigo, el doctor Moriarty. El sabueso de los Baskerville fue un éxito inmediato, un best-séller. ¿Acaso sir Arthur Conan Doyle estaba preocupado por ese secreto y decidió que su amigo lo guardaría mejor en la tumba? ¿O quiso quedarse sin testigos con Gladys, la mujer de Robinson? Garrick-Steele dice que fue un motivo, el otro o los dos, pero que Conan Doyle —que era médico— se confabuló con Gladys para darle láudano al periodista. Para dárselo, se entiende, en dosis letales. El láudano —el doctor Conan Doyle tenía que saberlo— es una sustancia tranquilizadora que sirve para calmar los dolores. Como prueba de sus dichos, el psicólogo exhibe fotografías de 1906 en las que Bertram Fletcher Robinson está rozagante: si hubiera tenido tifus, dice Garrick-Steele, a esa altura debía resultar evidente. Consultado por una agencia noticiosa un experto en la obra de Conan Doyle, Christopher Frayling, dijo que la teoría no era descabellada: "Conan Doyle recibió mucha ayuda de Fletcher Robinson. Sin él, El sabueso de los Baskerville no hubiera existido. Y no recibió ningún agradecimiento por eso. Por eso, se produjo una desavenencia entre ellos. Si las pruebas de un envenenamiento están suficientemente garantizadas por las fuentes, no puedo esperar para leer el libro".La Sociedad Sherlock Holmes, donde se agrupan los fanáticos del escritor inglés, dice que esto es una inmensa mentira y que lo que quiere el autor es fama. Y dinero. "Es posible que el argumento de El sabueso... fuera original de Robinson, pero fue Conan Doyle quien escribió el libro. Poner en duda su reputación es inmoral", escribieron en un comunicado.
Conan Doyle murió en 1930. Pero siempre habrá un detective tras sus huellas."


ARTHUR CONAN DOYLE MENCIONA A ROBINSON EL LA PRIMERA PAGINA DE LA EDICION DE THE STRAND, NO APARECE COMO COAUTOR, SOLO APARECE UNA NOTA:
“…esta historia debe su origen a mi amigo Fletcher Robinson, que ayudó tanto en lo referente a la trama general como en los detalles locales. A.C.D”


El link que precede este comentario contiene una extensa nota acerca de El sabueso de los Baskerville, pero al final unas breves reflexiones que hace el coordinador del blog suenan por demás de interesantes:

“…Y para acabar dejo anotados estos tres hechos interesantes:

1. En las historias originales de Sherlock Holmes, a Sherlock Holmes nunca se lo describe con una gorra de cazador, que es lo que siempre lleva en las fotos y en las historietas. La gorra de cazador se la inventó un hombre llamado Sidney Paget, que hizo las ilustraciones para los libros originales.
2. En las historias originales de Sherlock Holmes, Sherlock Holmes nunca dice: «Elemental, querido Watson». Eso sólo lo dice en las películas y en la televisión.
3. Rodger Garrick-Steele, psicólogo y detective, se mudó a una casa en la región de Dartmoor, el lugar en el que está ambientada la novela e investigó durante once años la muerte de su antiguo propietario, el escritor Bertram Fletcher Robinson, y defiende que El sabueso de los Baskerville es suya y que Conan Doyle le asesinó para que no se descubriera el plagio. Hacía ocho años que no escribía ninguna novela. La presión de sus lectores por resucitar a Holmes y tal vez un romance con la mujer de Robinson le hicieron borrarlo del mapa. En la primera edición de la obra El sabueso de los Baskerville se podía leer la siguiente dedicatoria: "Mi querido Robinson: el relato que de una leyenda me hizo usted fue la semilla de la presente novela. Por ello, y por la ayuda que me ha prestado en las cuestiones de detalle, le doy infinitas gracias. Muy sinceramente suyo. A. Conan Doyle ". En las posteriores ediciones, sin embargo, la dedicatoria en cuestión fue borrada de un plumazo. Como era de esperar, la Sociedad Sherlock Holmes de Londres ha rechazado esta versión considerándola totalmente ridícula. Sin embargo Scotland Yard parece que se lo ha tornado bastante en serio y se ha comprometido a investigar el asunto. Garrick-Steele está reuniendo fondos de Hollywod para desenterrar el cadáver y analizar posibles restos de farmacopea supuestamente empleada por el doctor Conan Doyle. La versión oficial de la muerte de Robinson es que murió de unas fiebres tifoideas el 21 de enero de 1907, a la edad de 34 años, pero Garrick-Steele está convencido de que la causa hay que buscarla en que fue vilmente asesinado por Conan Doyle. Como prueba de sus asertos, el psicólogo exhibe fotografías de 1906 en las que Bertram Fletcher Robinson esta pletórico: si hubiera tenido tifus, dice Garrick-Steele, a esas alturas debía resultar evidente. Interesante... ¿verdad? Aquí les dejo la reseña de un libro que publicó en el 2000 explicando toda su tesis del homicidio: The House of the Baskerville.”

Hasta aquí parte de la información que coloca a nuestro querido Conan Doyle como posible homicida. Los invito a leer sus historias, quizás en alguna de ellas encontremos la solución a este enigma que tiñe la prestigio del escritor. Invoquemos la presencia de Sherlock para quien ningun misterio es irrevelable.
M.R.F

jueves, 24 de septiembre de 2009

QUE EL PUEBLO SEPA - QUE EL PUEBLO PUEDE

PRESENTACION DEL LIBRO

QUE EL PUEBLO SEPA - QUE EL PUEBLO PUEDE
La gesta del campo
marzo - julio 2008




SABADO 26 DE SEPTIEMBRE - 19 horas
COLEGIO NACIONAL - GENERAL VILLEGAS

Analia Chabeldin - Autora/periodista
Juan Cruz Jaime - prologuista/politologo
Lidia Maria Riba - V & R proyecto editorial

ADELA BASCH VISITA GRAL. VILLEGAS


martes, 22 de septiembre de 2009

BREVE HOMENAJE A LOS SINTOMAS QUE DESPIERTA LA PRIMAVERA


¿Qué misterio envuelve a esta estación que eleva la expectativa de la humanidad?
Es preciso recordar que la bella primavera es entregada a la tierra por el invierno, que real y simbólicamente es en todo el mundo sinónimo de oscuridad, encierro y frío.
Los primeros calores, (no estamos hablando de esos que comienzan a los 40 y pico) producen la traslación del planeta haciendo que las bajas temperaturas mermen y que sus habitantes salgan al sol. Ese sacudón de la modorra invernal produce una sensación de libertad y bienestar.
Sin embargo, los griegos creían en un misterio mayor. Las diosas Démeter y Perséfone representaban para ellos los poderes de la naturaleza, su transformación y la emergencia (no la emergencia sexual como parece en esta época, sino la emergencia cíclica). En la antigua Grecia, el primer día de la primavera era el día en que Perséfone, prisionera bajo tierra durante seis meses, volvía al regazo de Deméter, su madre.
Como iniciadora de nuevos ciclos, la primavera está asociada también a la diosa Afrodita, la deidad del amor. Y aquí es donde me detengo e intereso:
El despertar a la vida es también el despertar a la pasión y la creatividad que ella conlleva. Antonio Vivaldi bautizó “Primavera” al primer movimiento de “Las cuatro estaciones”, una de sus más excelsas obras. Sandro Botticelli la retrató magistralmente en los albores del Renacimiento. Homero hizo emerger de la mitología griega a Perséfone, la causante del reverdecer la tierra.
Decenas de artistas ofrendaron a la primavera sus mejores obras a lo largo de la historia de la humanidad.
Decenas de doncellas son complacientemente desfloradas en el comienzo de este florecer de la naturaleza. Este florecer produce extrañas sensaciones para quienes las experimentan por primera vez y se dejan llevar por caminos sinuosos de los que ya no se vuelve; quiero que me entiendan, no se trata de que es difícil volver, sencillamente quien conoce estos placeres NO VUELVE!!! Y Este es un mensaje para que aquellos empecinados en la abstinencia, COMPRENDAN QUE NO SE VUELVE!!!, quien ya ha experimentado estas sensaciones, cuando carece de ellas se siente verdaderamente desesperado, tiene extraños sueños de los que despierta algo confundido, divisa senos donde tan solo hay un desnudo codo; su humor sufre alteraciones, se enojan sin sentido y gritan porque si ¿me entienden?!!!!!!!!!
Las madres de aquellos adolescentes paliduchos, en esta época, comienzan a preocuparse, que si el nene estará comiendo bien o incubando alguna enfermedad… - el cambio de clima.- dicen estas madres -. uno no sabe cómo vestirse y entonces se enferma…….
NO señora, el nene no está enfermo, sí es cierto que la culpa la tiene el cambio de clima, pero el nene no se enfermó, el nene se descubrió y como no quedo convencido con el primer reconocimiento probó una 2º vez y le quedó alguna duda y dijo voy por la 3º y así transcurrió la noche y apareció el día y el nene seguía reconociéndose.
Pero no se preocupe señora esta etapa no dura mas de 10 o 15 años, después se le pasa y empieza, tarde a veces, a conocer el cuerpo de la mujer, pero no desespere de celos por su hijo, por madres como usted algunos hombres llegan a los 60 sin haber conocido verdaderamente aún el cuerpo de una mujer.
Y esto, todo esto, ocurre en la primavera y mas aun, con la llegada de esta prima que muchas veces es enviada a conocer plumas verdes, llegan otros cambios, porque cada tanto deja paquetitos no deseados que hay que mantener por los próximos 40 años.


Maria Rodriguez Frascara

FRASES PRIMAVERALES



  • Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar. (Gabriel García Márquez).
  • La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener. (Gabriel García Márquez).

  • Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón. (Jorge Luis Borges).
  • A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. (Oscar Wilde).
  • Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame. (Oscar Wilde).
  • No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea. (Óscar Wilde).
  • El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.
    Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) misionera yugoslava nacionalizada india.
  • Alguien que ama no insulta ni maltrata.
    Lucía Extebarria (1966-?) Escritora española.
  • Soportaría gustosa una docena más de desencantos amorosos, si ello me ayudara a perder un par de kilos.
    Colette (1873-1954) Novelista francesa. 1

miércoles, 16 de septiembre de 2009

PIRATAS EN EL RIO DE LA PLATA, Editores Le Comte

Este libro describe las llegadas y ataques de piratas y corsarios al Río de la Plata. Estas integran un capítulo poco conocido de nuestra historia argentina. El libro abarca el período que va desde 1578, año en que el feroz Francis Drake se acerca a nuestra mansa y serena costa, hasta fines del siglo XVIII.
El personaje principal de esta historia es el turbio e inconstante Río de la Plata que fue durante siglos nuestro más fiel defensor.

INTIMIDAD Y POLITICA - Diario, cartas y recuerdos de Mariquita Sanchez de Thompson



Mariquita Sánchez (1786-1868) fue una intelectual de la Joven Argentina, que se transformó en asesora cultural e ideológica, embajadora política, educadora y corresponsal privilegiada de su época. Propició las reformas de una sociedad abierta al progreso y a las libertades individuales, especialmente de las mujeres.
A partir del Diario, las cartas y los Recuerdos de Mariquita Sánchez, es posible rastrear la visión de país que la alentó, analizar el diálogo con sus contemporáneos, la influencia sobre las generaciones siguientes y las perspectivas con que aún hoy es citada, tomando en cuenta los puntos de unión entre lo privado y lo público. El registro que va de la intimidad a la política está marcado por una escritura fresca y brillante, que pasa de las noticias oficiales a las conjeturas, de las novedades a los chismes y de las murmuraciones a la alta política.
Mientras que el diario fechado entre abril de 1839 y marzo de 1840 está dirigido a Esteban Echeverría, las cartas tienen dos clases de interlocutores: los familiares y los hombres de Estado. Los amigos y la política conforman una suerte de familia ampliada. Entre sus destinatarios figuran el virrey Sobremonte, Juan Manuel de Rosas, Domingo F. Sarmiento, Manuel Belgrano, Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez, Florencio Varela y Esteban Echeverría.
En sus sagaces Recuerdos del Buenos Ayres virreynal (escritos alrededor de 1860 para Santiago Estrada) se evocan el campo y la ciudad, estampas y ritmos de la época; la vida cotidiana e incluso la Primera Invasión Inglesa. Mariquita recorre también la arquitectura, las costumbres y las comidas de La Gran Aldea, porque todo suscita su interés y despierta su escritura.
Esta edición, que reúne textos dispersos e inhallables, adquiere el doble valor de lo histórico y lo vigente. Las obras de esta testigo excepcional brindan un mapa de la cultura, la política y las costumbres del tiempo de fundación de la Argentina.

“Mariquita Sánchez fue la gran cronista de los orígenes patrios. Inmortalizada por la escena en la que asistía al estreno del Himno, fue eje del clima independentista del siglo XIX. La edición de sus escritos permite revalorizar sus capacidades literarias, intelectuales y políticas... En esos textos Mariquita expresa con inusual talento literario su ironía y sagacidad.”

Diario Clarín, Revista de Cultura Ñ.

Autora: Mariquita Sánchez de Thompson y luego de Mendeville (Buenos Aires, 1786-1868) apoyó activamente al Ejército Libertador, lo que le valió el reconocimiento del General Belgrano y el General San Martín. En época de Rivadavia colaboró en la fundación de la Sociedad de Beneficencia, la cual llegó a presidir. Más tarde participó de otras instituciones educativas y de caridad vinculadas a ella. Gracias a su educación excepcional, refinamiento e inteligencia, se destacó en el seno de la avanzada cultural y política del siglo XIX. Durante el rosismo residió temporariamente en la Banda Oriental y en Río de Janeiro.Escribió innumerables cartas, recuerdos y un diario del exilio en Montevideo, en los que sobresale como una intelectual de su tiempo.Fue la anfitriona lúcida y generosa de las tertulias que renovaron la sociedad de su época. Por ello, la tradición dice que en las reuniones que organizaba en su casa se estrenó el Himno Nacional Argentino y la memoria histórica le confiere el título de Madre de la Patria.

martes, 15 de septiembre de 2009

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA



El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.













CUENTOS DE AMOR DE LOCURA Y DE MUERTE - HORACIO QUIEROGA



El almohadón de plumas

Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja—. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada.. . Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
—¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo!
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
—Pst... —se encogió de hombros desalentado su médico—. Es un caso serio... poco hay que hacer...
—¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
—Levántelo a la luz —le dijo Jordán.
La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
—¿Qué hay?—murmuró con la voz ronca.
—Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandos: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca —su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin dada su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

lunes, 7 de septiembre de 2009

LA HISTORIETA

"En junio de 2005 un grupo de amigos de Argentina decidió que sería una buena idea elegir un día para celebrar, homenajear y compartir el arte que todos disfrutaban más: la historieta. Así formaron la Comisión Pro Día de la Historieta (C.P.D.H.) que al cabo de muchas discusiones decidió cuál sería el día más adecuado.
La C.P.D.H. eligió el 4 de Septiembre porque en esa fecha, en 1957, llegaba a los kioscos Hora Cero Semanal. En aquella revista con guiones de Héctor G. Oesterheld los chicos de la época disfrutaron de las aventuras del oeste de Randall the Killer (con dibujos de Arturo del Castillo), las amargas historias de guerra de Ernie Pike (dibujadas por Hugo Pratt) y una aventura como no se había visto nunca, en parte bélica, en parte ciencia-ficción y que ocurría a la vuelta de la esquina. Esa historieta -que dibujaba con lujo de detalles Francisco Solano López- se llamó El Eternauta.
Celebrar el Día de la Historieta significa tratar de invocar ese momento dorado de creación y de pasión. Cada 4 de septiembre será el día ideal para regalar historietas (todo tipo de historieta), para adornar las comiquerías y kioscos, para buscar con nuestra imaginación nuevas formas de festejar un arte que nos gusta disfrutar y también compartir.”

***
En nuestro país se publicaron varias revistas humorísticas como:
  • Rico Tipo (1943)
  • Tía Vicenta (1957)

Historietas de aventuras:

El eternauta (1957)
Sargento Kirk (1952)
Mort Cindor (1962)
Patoruzú (1956)
Patoruzito (1957)
Mafalda (1964) entre otros.

***

DEMASIADOS HEROES, Laura Restrepo


Laura Restrepo (Bogotá, 1950) se inició en la literatura con la novela histórica La isla de la pasión (1989)–, su obra ha alcanzado un rápido reconocimiento internacional, especialmente con las novelas Dulce compañía (1995), La novia oscura (1999), La multitud errante (2001), Olor a rosas invisibles (2002) y Delirio, Premio Alfaguara de Novela 2004. Restrepo vuelve a la novela con Demasiados héroes (Alfaguara, 2009).

El joven es Mateo Iribarren, un adolescente colombiano en busca de su padre - quien lo abanodonó cuando tenia dos años -. Viaja a Argentina acompañado de su madre (Lorenza). Casi todo el relato está constituido por los diálogos entre Lorenza y Mateo, en los que ella va contando la historia de su relación con Ramón.

Lorenza y Ramon se conocieron en Argentina cuando ambos eran activistas políticos clandestinos y radicales opositores de la dictadura militar de los años 70 (Videla).

Madre e hijo aunque se encuentran atrapados en la misma habitacion de hotel, enfocan la busqueda de modo muy distinto.