Mariquita Sánchez (1786-1868) fue una intelectual de la Joven Argentina, que se transformó en asesora cultural e ideológica, embajadora política, educadora y corresponsal privilegiada de su época. Propició las reformas de una sociedad abierta al progreso y a las libertades individuales, especialmente de las mujeres.
A partir del Diario, las cartas y los Recuerdos de Mariquita Sánchez, es posible rastrear la visión de país que la alentó, analizar el diálogo con sus contemporáneos, la influencia sobre las generaciones siguientes y las perspectivas con que aún hoy es citada, tomando en cuenta los puntos de unión entre lo privado y lo público. El registro que va de la intimidad a la política está marcado por una escritura fresca y brillante, que pasa de las noticias oficiales a las conjeturas, de las novedades a los chismes y de las murmuraciones a la alta política.
Mientras que el diario fechado entre abril de 1839 y marzo de 1840 está dirigido a Esteban Echeverría, las cartas tienen dos clases de interlocutores: los familiares y los hombres de Estado. Los amigos y la política conforman una suerte de familia ampliada. Entre sus destinatarios figuran el virrey Sobremonte, Juan Manuel de Rosas, Domingo F. Sarmiento, Manuel Belgrano, Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez, Florencio Varela y Esteban Echeverría.
En sus sagaces Recuerdos del Buenos Ayres virreynal (escritos alrededor de 1860 para Santiago Estrada) se evocan el campo y la ciudad, estampas y ritmos de la época; la vida cotidiana e incluso la Primera Invasión Inglesa. Mariquita recorre también la arquitectura, las costumbres y las comidas de La Gran Aldea, porque todo suscita su interés y despierta su escritura.
Esta edición, que reúne textos dispersos e inhallables, adquiere el doble valor de lo histórico y lo vigente. Las obras de esta testigo excepcional brindan un mapa de la cultura, la política y las costumbres del tiempo de fundación de la Argentina.
“Mariquita Sánchez fue la gran cronista de los orígenes patrios. Inmortalizada por la escena en la que asistía al estreno del Himno, fue eje del clima independentista del siglo XIX. La edición de sus escritos permite revalorizar sus capacidades literarias, intelectuales y políticas... En esos textos Mariquita expresa con inusual talento literario su ironía y sagacidad.”
Diario Clarín, Revista de Cultura Ñ.
Autora: Mariquita Sánchez de Thompson y luego de Mendeville (Buenos Aires, 1786-1868) apoyó activamente al Ejército Libertador, lo que le valió el reconocimiento del General Belgrano y el General San Martín. En época de Rivadavia colaboró en la fundación de la Sociedad de Beneficencia, la cual llegó a presidir. Más tarde participó de otras instituciones educativas y de caridad vinculadas a ella. Gracias a su educación excepcional, refinamiento e inteligencia, se destacó en el seno de la avanzada cultural y política del siglo XIX. Durante el rosismo residió temporariamente en la Banda Oriental y en Río de Janeiro.Escribió innumerables cartas, recuerdos y un diario del exilio en Montevideo, en los que sobresale como una intelectual de su tiempo.Fue la anfitriona lúcida y generosa de las tertulias que renovaron la sociedad de su época. Por ello, la tradición dice que en las reuniones que organizaba en su casa se estrenó el Himno Nacional Argentino y la memoria histórica le confiere el título de Madre de la Patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario